martes, 23 de septiembre de 2008
El repulgue de la felicidad
Dándole un descanso a mi momento reaccionario, me gustaría apuntar que quizá la razón de tantos exabruptos sea que estoy algo falta de equilibrio. Sólo a modo de ejemplo, acabo de alegrarme sobredimensionadamente de que mi hermano no haya venido a cenar (en su arranque de convertir en fin de semana todas y cada una de su noches de reciente soltería) porque me pude preparar una tarta de espinaca que tenía ganas de comer desde hace semanas. Que mi alegría de la noche sea una porción de pascualina dice bastante de mi estado. Espero sepan contemplarlo como atenuante.
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Que su motivo de alegría se origine en una pascualina de espinaca indica que su estado aún no es del todo alarmante. Cuando se alegre por una tarta de acelga (dios no lo quiera) las cosas habrán cambiado y no precisamente para mejor.
ResponderEliminarBest wishes
Poligrilla
Poligrilla, Usted entendió TODO.
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