Ni sí, ni no, ni blanco, ni negro
Hoy perdí (ah, la novedad), pero fue la victoria moral más grande de mi vida. Y por eso estoy contenta. Muy. Ah, la bipolaridad. Con un poco de suerte, quizá hasta pueda dejar de atormentarme y de atormentar al resto con mis lamentos. Estoy brindando a mi salud (mental) con una sopa con fideos con forma de estrellitas.
Visto la etiqueta de "Querido blog" y considerando la reciente renovación del contrato, resuelvo que mejor no hablar de ciertas cosas.
ResponderEliminarUn beso.
Jajaja. Gracias, Cinzcéu. Beso.
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