Mi hermanito ha virtualmente mudado a su novia al depto que compartimos. Nunca más elocuentes las palabras de la sabiduría popular: "Tres son multitud". No sólo debo luchar por algún centímetro cúbico de agua caliente remanente, ahora caen todos los días a la hora de la cena, pero, ojo, eso sí, no quieren "abusar de mi hospitalidad".
Ya expuse en variadas ocasiones mi vínculo con el karma. Dadas las circunstancias, ¿soy una ilusa por esperar ser recompensada? Porque tengo un par de cositas en mente para mi lista de demandas...
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