Es el último sábado que paso necesitando escapar de mi propia casa tomada por la gomosidad, varada por completo por no tomar decisiones a tiempo, rehén de las no ganas de la gente.
Me voy a ver cualquier basofia de trasnoche, sabiendo que el mundo en general es bastante más de mierda de lo que habitualmente sospecho, pero tratando de reprimir mi natural resentimiento. El fin de una era. Lo juro como que no hay dios.
Y cuales son tus planes, Isa?
ResponderEliminarLa casa tomada por la gomosidad me aterró más que la menos gomosa dicha por Cortázar. No entendí demasiado pero igual coincido en que "el mundo en general es bastante más de mierda de lo que habitualmente sospecho". Y vea que yo sospecho muchísimo, tanto como que no hay dios. Saludos.
ResponderEliminarImaga: Planes, muchos. Fuerza de voluntad de ponerlos en práctica es otro precio. Veremos...
ResponderEliminarCinzcéu: Ah, la gomosidad es otro encantador desvarío idiolectal. La alusión a Cortázar es harto propicia, pero con el agravante de que vivo en un tres ambientes... ¡no hay tantas puertas que cerrar!