David Lodge, Terapia
sábado, 28 de agosto de 2010
No hubiera podido explicarlo mejor...
"Me pareció el colmo que, encima de todos los problemas que ya tenía, me aquejara un misterioso dolor en la rodilla. Por descontado, sé que hay muchas cosas peores que pueden afectarle a uno físicamente. Entre otras, el cáncer, la esclerosis múltiple, la degeneración de las neuronas motoras, el enfisema, la enfermedad de Alzheimer y el sida. Sin olvidar afeccciones con las que puedes nacer, como la distrofia muscular, la parálisis cerebral, la hemofilia y la epilepsia. ¿Y qué decir de las guerras, las epidemias y el hambre? Pero lo curioso es que saberlo no hace más soportable el dolor en tu rodilla."
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