miércoles, 23 de marzo de 2011

Para hacer una tortilla...

En una época en la que era algo así como feliz, por razones que no vienen al caso, los viernes cenaba tortilla de papas. Este Miernes apócrifo me pareció un buen día para intentarlo en casa. Para mi versión absolutamente irrespetuosa de la tradición española (para algo soy 100% tana) hay que cortar 2 papas (medianamente chicas, ¿para cuándo la norma iso de tamaño de vegetales?) en pedazos parejos y freirlas hasta que estén *casi* cocidas. Escurrirles un poco el aceite (auspicia rollo de cocina de primera marca) y mezclarlas con 1 cebolla picada rehogada, 2 huevos, sal y pimienta, y porque tenía, un poco de ají picante/ chile o como dice mi familia: un "ajicito de la mala palabra". Calentar poquito aceite en una sartén, agregar la mezcla y esperar a que ¿cuaje? Cuando está *casi* lista (lo mío son las ciencias exactas, siempre lo supe) dar vuelta apoyando un plato en la sartén para sellarla del otro lado.

Algunas cuestiones dignas de ser acotadas:

1) Hacer tortilla de papas para una persona es un pelotazo en contra: se ensucian muchas cosas y se desperdicia mucho aceite.
2) Si uno se deja ganar por una conducta obsesiva y pretende recuperar el aceite de la fritura de las papas (limpito limpito) siempre es bueno esperar a que se enfríe antes de intentar colarlo, hirviendo, con un colador de plástico. (Mala mía).
3) Para estimular la nostalgia, acabo de consumirla con el fondo de un vino que quedó abierto en casa, pero la tortilla es mucho muy rica con cerveza negra. He dicho.

3 comentarios:

  1. Me permito algunos comentarios potenciados por el hecho de que hace un tiempo mi vieja me regaló un par de sartenes de teflón (que constituyen base y tapa/ tapa y base, ideal para el eterno problema de "darla vuelta") que me han reconciliado con el género tortilla que se me pegoteaba de modo irremediable en una vieja sartén de hierro remendada que ha de tener cerca de un siglo.
    Hay que cortar una cantidad adecuada de papa (sólo si la tortilla es de papa, of course, they are another things) y no freírlas sino saltarlas, saltearlas o rehogarlas en un muy mínimo de aceite hasta que estén casi cocidas.
    No hace falta apelar al rollo de cocina ni tampoco rehogar la cebolla. Simplemente se baten dos huevos (o más, depende de la magnitud esperada) y se le incorporpora la cebolla cruda y/o cualesquiera otros ingredientes a gusto. Se vuelca el preparado sobre las papas ya casi cocidas y su ruta, vuelta y vuelta.
    Entonces:
    1) Hacer tortilla de papas para uno no ensucia muchas cosas ni desperdicia aceite.
    2) No es posible recuperar el aceite de la fritura porque ha sido tan mínimo que se ha consumado o consumido (?) en tal mínima escena de fritura.
    3) La tortilla es rica con vino, cerveza blanca o negra o bien agua de la canilla. Lo cual certifica que la tortilla es rica.
    Saludos.

    ResponderEliminar
  2. Gracias por tratar de ponerle onda a esto. Bastante más de la que le pongo yo. En cuanto encuentre el interruptor de la luz en la caverna esta en la que estoy metida, vuelvo.

    ResponderEliminar
  3. De nada,Isa. En cuanto encuentre el interruptor vuelva, si gusta. Y si no lo encuentra vuelva, si gusta.
    Saludos.

    ResponderEliminar