viernes, 1 de febrero de 2013

Dis-frases

Acabo de leerle a alguien la idea: "un torpe en el cuerpo de un hábil". Y me dejó pensando. ¿Cuántas veces somos eso? Un torpe en el cuerpo de un hábil, un vivo en el cuerpo de un bobo, un bello en el cuerpo de un feo o un feo en el cuerpo de un bello. Somos nuestros disfraces. Y los disfraces de nuestros disfraces.
Quizás en esto nos convierten las redes. Perfiles. ¿No les gusta mi perfil? Tengo otro. Y otro. Y otro más. Uno más lúcido. Otro más ingenuo. Uno picante. Uno ácido. Uno dulce. Caramelos surtidos.

2 comentarios:

  1. Pasaron casi dos años de silencio editor y ahora me siento incómodo si comento, máxime cuando fui el único comentador hace casi dos años. Pero mando al carajo la incomodidad como otras cosas.
    "Un torpe en el cuerpo de un hábil" me parece una sabia sentencia y las ampliaciones a su cargo, de una justicia absoluta. Me identifico con casi todas desde mis 5 años. Supongo que los humanos somos eso y sólo eso: la contradicción.
    Respecto de "las redes" y "perfiles": por suerte no sé de qué mierda habla pese a que creo comprenderla más o menos bien.
    Saludos.

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  2. Por primera vez en mucho tiempo tuve la necesidad de escribir algo acá. Así, breve y sin mayor alharaca. Sin rimbombantes declaraciones de regreso. Sin planes de regularidad, ni nada.
    ¡Gracias por la inconstante constante de seguir leyendo!

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