Heredé de madre una serie de recetas simples, rápidas y absolutamente indispensables. Madre es experta en esas recetas que te piden poco tiempo, menos esfuerzo y dos o tres ingredientes básicos y que a cambio te acompañan, alimentan la nostalgia o te ayudan a mimar a alguien.
El gran caballito de batalla es la torta de manzanas. Una receta que describe a la perfección el estilo de mi vieja: mucha fruta entera, sin materia grasa, la mezcla básica de bizcochuelo 1+1+1, se hace en 10 minutos y, premio mayor, no hay que usar el horno porque se cocina en una de sus (y mis) amadas Essen. Compañera inestimable de las meriendas cuando mi hermano y yo éramos chicos, es también un gran recurso para "no caer con las manos vacías" (algo insoportable para la psicología de mi familia), porque se hace con esas tres cosas que siempre hay en la alacena.
Hoy hice una versión mínima, con una manzana y dos huevos chicos que tenía en la heladera, porque la relación de madre con las Essen tuvo un momento de esplendor en los '80 en el que ayudó a su difusión como una misionera, anfitrionando con demasiada frecuencia reuniones para transmitir la palabra (y vender ollas y sartenes), razón por la cual ganó muchas "piezas obsequio", entre ellas una mini sartencita de 15 cm de diámetro, que me ocupé de apropiarme cuando dejé el hogar materno.
La torta de tamaño normal es una especie de tarta tatin sui generis (madre es gran admiradora de recetas sui generis, faux y afines) y puede hacerse perfectamente en horno, en un molde de 20 cm. Se cubre el fondo del molde con una capa pareja de azúcar (ni tanto ni tan poco, digamos 1/2 cm). Se acomodan sobre el azúcar 2 o 3 manzanas (depende del tamaño) cortadas en octavos. Se mezclan 4 yemas con 4 cucharadas de azúcar y 4 de harina (vale agregar lo que uno quiera/ tenga para perfumar: esencia de vainilla, canela, ralladura de limón); por otro lado, se baten las 4 claras a nieve (dicen el mito que hay que agregar la famosa "pizca de sal"). Se mezclan los dos batidos con movimientos envolventes (o a la que te criaste, pero sin demasiada energía, para no bajar el batido) y se vuelca sobre las manzanas. Se cocina a fuego bajo durante 20 min (aprox) o hasta que la superficie tenga una consistencia símil bizcochuelo. Se delmolda en caliente, con cuidado de no hacerla pelota ni de quemarse con el caramelo. Una bochita de helado de crema se hace amiga con notable facilidad, aunque madre se resiste a consentir esa relación.
*Con esta entrada doy comienzo a la Cocina de la cocina.
**Cuando vuelva a tener cámara de fotos sumaré simpáticas imágenes de pésima calidad.
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